Tomado de Co-Latino Lunes, 25 de Mayo de 2009 / 10:50 h
Izalco renueva a su “Alcalde del Común”
Alonso García, “El Tata Alonso”, juramenta al nuevo Alcalde del Común de Izalco, Tito Reyes Cuadra. Foto: Diario Co Latino/Eugenio Castro |
Daniel Trujillo
Redacción Diario Co Latino
Lo recibieron con flores e incienso. Lentamente entraba a la cofradía de El Padre Eterno para tomar posesión de uno de los puestos más importantes de la población indígena izalqueña.
Sereno, y con la mirada hacia el frente, Tito Reyes Cuadra estaba a unos minutos para que los mayordomos de las 19 cofradías del municipio de Izalco, en Sonsonate, lo nombraran como su Alcalde del Común.
Ese día no era un día cualquiera para las cofradías de Izalco. Después de muchos años de olvido e invisibilización por parte de las autoridades municipales recientes, la población indígena materializó su voluntad y nombraron, para los siguientes tres años, a su Alcalde.
El sacrificio, la sangre y las injusticias cometidas hacia los tatas y nanas de varias generaciones, no fueron en vano. El cambio no sólo llegó para el país, también para las cofradías.
Antes de recibir las credenciales y la vara, tanto Tito Reyes como su concejo y los asistentes a la toma de posesión se pusieron de pie y oraron en dirección de los cuatro puntos cardinales al Padre Divino, para que su voluntad se plasme en el trabajo del Alcalde del Común.
“¡Oh gran Divinidad, te damos gracias por un nuevo amanecer!”, era parte de la oración expresada durante la ceremonia de toma de posesión. Tito Reyes se dirigió al altar. Hizo reverencia a la figura del Padre Eterno y se volteó para quedar frente a los asistentes a la toma de posesión.
Los mayordomos levantaron sus estandartes y el incienso invadió el ambiente. Tito cerró sus ojos. En medio de una intensa oración colectiva y el golpeteó de los tambores, las credenciales fueron entregadas. Una parte de la juramentación y toma de posesión había terminado.
Segundos pasaron y, desde el interior de la cofradía del Padre Eterno, la vara de la Alcaldía del Común fue llevada al centro del altar.
Allí, el tata Alonso, mayordomo de la cofradía mayor del Padre Eterno, entregó la vara y juramentó a Tito Reyes como el nuevo Alcalde del Común, hasta 2012.
La emoción fue tal que Reyes no contuvo sus emociones y las lágrimas nacieron de sus ojos y recorrieron sus mejillas, muestra de lo importante que es para él este cargo.
Con este renacer en sus tradiciones, la población indígena y los mayordomos esperan que el nuevo gobierno local inicie los cambios pertinentes, para que exista una sociedad mejor en el municipio.
La historia de las cofradías izalqueñas es amplia, tanto así que la figura del Alcalde del Común no es nueva. Después de la independencia del país de la Corona Española, las autoridades de aquel entonces acordaron crear esta figura para unificar al pueblo.
Izalco ha estado dividido en dos grandes zonas: la Dolores y la Asunción. En la primera, según la historia, estaban situados los ladinos y, en la segunda, los indígenas.
Para borrar las diferencias y unir a los habitantes de Dolores y Asunción, se creó el Alcalde del Común.
Sin embargo, con el correr del tiempo, esta autoridad perdió su naturaleza y no representaba los intereses de la población indígena.
Según la Fundación Ama (FAMA), el último Alcalde del Común fue elegido a finales de los años ochenta del siglo recién pasado y este no cedió su puesto hasta este año.
Ricardo Najo es la persona que había sido Alcalde del Común desde hace casi veinte años, y quien fue elegido sólo por tres mayordomos de las cofradías.
La FAMA manifestó que tanto Najo, como los alcaldes municipales anteriores ignoraron a los indígenas y no trabajaron por su bienestar. Después de las elecciones de alcaldes y diputados de este año, los mayordomos de las cofradías se reunieron para discutir la situación de su autoridad, ya que querían que el nuevo Alcalde Municipal de Izalco estuviera de la mano con el Alcalde del Común.
Luego de días de discusión, las mayordomías escogieron a Tito Reyes, para que trabaje en velar por los caminos vecinales, cuidar los cultivos de la población indígena, entre otras actividades.
Otra labor importante que realizará este Alcalde será luchar por el agua potable, para que no falte en la comunidad. Para ello, tiene que mantener una constante comunicación con el alcalde municipal.
Juliana Ama, miembra de la FAMA, expresó que con este paso, las cofradías de Izalco retoman sus papel religioso, social y político, con el fin de incidir directamente en la sociedad.
“Él (Tito Reyes) puede continuar en el cargo media vez los mayordomos lo reelijan”, explicó Ama.
Trabajo conjunto
La ceremonia de juramentación pasó y, con ello, hubo tiempo para platicar entre amigos y con el nuevo Alcalde del Común.
Escueto en sus palabras, Reyes estaba todavía impactado de la importancia del cargo que tendrá que desempeñar en estos tres años.
“El cargo lo tomo con mucha responsabilidad, a sabiendas de que mantener nuestras tradiciones no es un trabajo fácil. Confío en Dios y confío en el apoyo de nuestras cofradías”, manifestó Tito Reyes.
Las manos de Tito no soltaban la vara. Caminaba de una lado para otro dentro de la cofradía. En ese ir y venir se encontró nuevamente con el Alcalde Municipal. Se dieron un abrazo, como amigos de toda una vida.
El alcalde de Izalco, Roberto Alvarado, aseguró que ahora que existe un Alcalde del Común, el trabajo con la comunidad indígena será mejor. “Yo lo tomaré en cuenta a él. Espero que juntos hagamos posible una serie de actividades para que la comunidad indígena resurja”, expresó el alcalde izalqueño.
Las actividades de las que habla el jefe edilicio son las siembras, los proyectos de agua potable y la edificación de la “Casa del Indígena”, la cual se comenzará a construir en una fecha próxima.
Alvarado espera que en esta semana se reuna con Tito Reyes para iniciar el trabajo en conjunto y planificar los proyectos a seguir.
La celebración
La fiesta continuó por varias horas. Después de escuchar la palabra de Dios en un misa oficiada por el presbítero Napoleón Ruiz Roda, la música encendió el ambiente y el baile se apoderó de la cofradía.
Las bocas estaban impacientes y las bandejas repletas de platos llenos con sopa de Chilayo apresuraban su caminar para satisfacer el hambre.
Picante, humeante y con dos tortillas recién saliditas del comal, la sopa de Chilayo provoca el paladar de cualquiera. Se requieren de más tortillas para degustar un plato que sólo en Izalco puede encontrarse, especialmente en las celebraciones de las cofradías.
Momentos después de que una mano sostiene el plato hondo de barro, donde se sirvió el Chilayo, una taza de mediano tamaño es colocada en la otra. Lo que contiene es chicha de arroz.
Una bebida que no puede faltar y que, al igual que el chaparro, sellan con broche de oro la juramentación y toma de posesión del nuevo Alcalde del Común, quien en los próximos tres años será Tito Reyes.
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